A continuación tenemos la partida de Zeta2391 que ha jugado con un sistema de creación propia.
Si quieres contactarle, puedes hacerlo en Telegram con su usuario de @Zeta2391.
Por último, recordamos que las bases la podéis encontrar aquí.
Tipo de Juego
Neon Noir Space Opera nace de la idea de crear un mundo que junte la extensión y el potencial de un space opera con la estética cyberpunk denominada neon noir.
Taller espacial de erizo es un juego sencillo que, además de servir como motor para escribir un diario, se puede utilizar para generar fácilmente tramas y aventuras con temática espacial.
Material
- La tabla de nombres de naves de 24XX SRD.
- Dados de seis caras como oráculo, utilizados según estas reglas:
6 – Sí y además…
5 – Sí.
4 – Sí, pero…
3 – No, pero…
2 – No.
1 – No y además…
Si es probable 2d6 con ventaja. Si no se sabe 1d6. Si no es probable 2d6 con desventaja.
- Las mecánicas del juego Taller espacial de erizo (prescindiendo de la tabla de animales).
- La ambientación que ofrece Neon Noir Space Opera.
- Un corcho, hilo rojo, tijeras, bolígrafo, los recortables de Neon Noir Space Opera, la caja de dados brillantes que me regalaron por Reyes, etc.
Partida
Espacio publicitario
Esta partida de rol está patrocinada por RingWatch, el anillo inteligente de TechCorp, si quieres organizarte mejor, no lo dudes: RingWatch, ¡No te quedes atrás en el futuro!
Día 1.
Salgo de nuestro departamento y camino algunos pasos esquivando basura, bajo al metro y me encuentro con Jun, hablamos un rato sobre democracia, con Jun siempre se termina hablando de eso y de comer carne.
Salgo del metro, tomo el narcótico, verifico la bandeja vacía del correo.
He leído sobre unos nuevos disruptores que funcionan mejor para evitar los sogsag yumul (속삭 유물), esta noche los compraré.
Llego al nodo corporativo y me siento en mi cubículo, nada más sentarme se me asigna un rescate rutinario, entrego los dispositivos, llevo a cabo el rescate y recojo los dispositivos. Burocracia.
Roturo algunas hectáreas, por la luz diría que el agrosector no es de aquí, supongo que el enlace está en algún planeta donde todavía requieran supervisión humana, probablemente del centro del sistema.
Vibra el anillo, voy a la cantina y como hamburguesa.
Vibra el anillo, reviso un par de guiones y hago una soldadura en frío a una biela hasta que me sustituyen, este mes por lo menos el sustituto tiene una voz agradable, nos saludamos con cortesía, apago el terminal y salgo del cubículo.
Bajo al metro, hago un par de preguntas a Jun y rápidamente volvemos a hablar sobre lo de siempre, las bondades de la democracia y la importancia de comer carne real, me tiene harto, mañana le meteré algún filtro. Jun, recuérdamelo.
No termino de entender por qué habría que volver a la democracia, tampoco sé cómo podría funcionar sin tener en cuenta el crédito de cada uno, si todo el mundo puede votar igual, ¿Para qué querría trabajar la gente? Jun tendría un argumento que darme, pero yo sigo pensando que no funcionó por cosas como esa.
En el grupo han dicho algunos trucos para averiguar si tu IA es en realidad una persona, mañana los probaré con Jun, seguimos hablando un rato hasta que las interferencias nos desconectan, últimamente pasa eso.
Reviso la bandeja de entrada de correo, desde el nodo me felicitan por la biela y la soldadura en frío me ha dado doce suscripciones para gastar este mes, intentaré invertirlas de nuevo en algo de mecánica. Jun, recuérdamelo.
Salgo del metro y otra vez empiezan los sogsag. No los aguanto más. Jun, compra los disruptores.
Llego a casa a través del circuito comercial, ya no me quedan créditos para poder saltármelo (hoy cuesta casi 11₡), pero por lo menos los sogsag me dejarán en paz.
Cuando entro en el circuito comienza el bombardeo, lo bueno de no tener créditos es que no te los puedes gastar. Es un extraño consuelo, pero al pensarlo sonrío.
Gracias al circuito llego diez minutos antes al departamento, tomo el narcótico y me proyecto al grupo, a ver quién hay.
Día 2.
Me he gastado todas las suscripciones en lo de mecánica, he entrado en un taller de naves espaciales, como es en este planeta me toca acercarme, es un asco pero pagan el bono.
Nada más llegar tengo que arreglar un arboretum en una vieja nave que apenas funciona, no me podía imaginar que todavía quedasen modelos que reciclasen así el oxígeno.
Conforme arreglo los problemas que encuentro más pienso que esto es un trabajo de botánica, sólo espero que puntúe igual, si no menuda faena.
El dueño insiste en que necesita el arboretum para mañana, tiene que partir hacia una región donde no abunda el oxígeno y no se puede permitir llevar bombonas que tenga que recargar allí.
Le he preguntado a dónde va y me ha dicho que a intentar ganar algunos créditos recogiendo cosmonáufragos en los cuerpos de Vurna. Recuerdo que en el grupo alguien había mencionado el accidente. Jun, prepárame un resumen sobre el accidente de Vurna.
Al dueño no se lo digo, pero para mis adentros pienso que con la chatarra que pilota el que necesitará que le rescaten será él.
El día continúa con otras reparaciones menores hasta que vibra el anillo y me puedo marchar.
Entro al elevador, durante el trayecto hablo un rato con Jun (con el filtro de ayer ya no es tan molesto) y aprovecho para diseñar un par de edificios para el grupo.
Reviso la bandeja de entrada de correo, nada.
Salgo del elevador y esta vez, cuando me asaltan los sogsag, parece que los disruptores hacen su trabajo a la perfección, menudo alivio.
Llego a nuestro departamento a través del circuito comercial, tomo el narcótico y me proyecto al grupo para probar los nuevos edificios.
En los últimos días, ha habido un accidente en Vurna, una región del espacio conocida por sus cuerpos celestes y sus recursos valiosos. Se habla de una gran cantidad de cosmonáufragos a causa del siniestro, aunque todavía no se tienen detalles concretos sobre lo sucedido. Se espera que equipos de rescate y salvamento se desplacen a la zona en las próximas horas para atender a las necesidades de los afectados y evaluar el alcance del accidente. Se ruega a todos los viajeros del espacio que eviten volar por la zona de Vurna hasta nuevo aviso. Se informará de más detalles a medida que se vayan conociendo.
Día 3.
Salgo de nuestro departamento y camino hasta el elevador. Me encuentro con Jun y durante el vuelo esculpo un jarrón. Jun, subasta el código y empieza en 5 cromos.
Desciendo, tomo el narcótico, verifico la bandeja del correo, nada relevante.
Llego al taller, por lo que veo al entrar en el hangar hoy va a ser un día de auténtica locura.
Una inmensa nave militar ocupa dos tercios del hangar, es alargada, pero su estructura parece sólida, los materiales son de una calidad excepcional, algunos de ellos ni siquiera los conozco.
Mientras la reviso me doy cuenta de que es el mismo modelo que la nave Falkor de la película.
Por lo que veo tiene los doce motores típicos de una nave que realiza maniobras orbitales, como si se tratase de un carguero, pero también lleva armas y escalas, algo que ningún carguero llevaría, además de tener, por lo menos, seis puntos de rendezvous.
Me asignan uno de los componentes, una pieza NP-hard del motor principal.
Busco en la matriz y descubro que se trata de un motor anti-paradójico, es tan moderno que no tengo suscripciones suficientes. Lo anuncio, pero necesito cerca de sesenta y nadie me presta, ni siquiera cuando amplío un poco el margen, así que me tengo que apañar con lo que puedo.
Tras casi dos rondas termino dándome por vencido, desvío el trabajo e informo al patrocinio. espero que la penalización no sea grave.
El resto de la nave está en perfecto estado, se trata de una revisión rutinaria. Hablando con la tripulación me cuentan que van camino de Vurna, por lo del accidente, el Conglomerado ha movilizado una flota y por lo que me han dicho es poco habitual. Parece que nadie tiene demasiado claro qué está pasando, pero coinciden en que es grave.
Reviso el correo, por culpa del motor anti-paradójico he perdido 2 patrocinadores, lo justo para bajar de nivel y no poder canjear el bono, menudo día de mierda.
Y para colmo sólo he sacado 8₢ por el diseño del jarrón, cada vez se paga menos, todavía recuerdo cuando por una pieza cualquiera podías ganar cerca de 400₢.
Igual es hora de dejar de lado el cromo y saltar a las participaciones de hierro. Jun, dame una lista de ventajas y desventajas de cambiar cromos (₢) por hierros (₣).
Día 4.
Salgo de nuestro departamento, subo al elevador, en el grupo han propuesto un reto, consiste en crear algunas obras artísticas durante esta semana.
Aprovecho el vuelo para dibujar un par de conceptos, trato de encontrar los triggers adecuados que plasmen mi idea sobre la democracia y lo que sé sobre el accidente de Vurna.
Tras unos minutos me desconecto, es agotador permanecer tanto rato concentrado, pero siendo sincero, me siento satisfecho con el resultado. Jun, subasta los códigos, empieza por 2 hierros cada uno.
Llego al taller y en el hangar ha aterrizado un gigantesco mercante, más de la mitad de la nave es la bodega de carga y está hasta arriba de cosmonáufragos. Esto solo puede significar problemas.
Trato de hacer mi trabajo mientras, poco a poco, el taller se va llenando de neoluditas, el propulsor de giro se les ha estropeado y no les ha quedado más remedio que encontrar un punto de aterrizaje cercano. Antes de preguntar ya lo tenía claro: escapan de Vurna.
Comienzo las reparaciones, esta vez son más fáciles de arreglar que ayer, pero me doy cuenta de que los daños son inusuales, no creo que la tripulación nos esté contando la verdad, hay numerosos impactos de proyectiles, algunos con una cadencia demasiado regular.
Vengan de donde vengan los perseguían, y quien lo hiciera tenía una buena artillería.
Cuanto más avanzan las reparaciones, más neoluditas se congregan, llegan de todas partes, de una forma que solo puede ser coordinada.
Comienzan disturbios, algunas discusiones suben de tono y poco a poco organizan un motín liderando a los cosmonáufragos.
Sin previo aviso el taller activa protocolos, clausura zonas y yo me quedo atrapado en el lado equivocado.
Los neoluditas nos toman a mí y a otros autárquicos como rehenes, no son violentos pero nos obligan a montar en la bodega y despegan antes de poder siquiera retirar las escalas.
Veo cómo nos alejamos verticalmente del suelo, saltando entre orbitales hasta que la nave finalmente enciende los motores principales y escapa de la atracción gravitatoria del planeta.
Los cosmonáufragos se encuentran en unas condiciones lamentables, y nuestros captores insisten en que quieren ayudarlos, pero para hacerlo necesitan fuerza de negociación.
No tengo nada en común con los neoluditas, si tuviera créditos para pagar algunos implantes me los pondría sin dudarlo, no entiendo por qué alguien se resignaría a seguir siendo de carne existiendo el silicio o el cromo.
Hablo con los cosmonáufragos, el viaje va a ser largo.
Vibra el anillo, pero no tengo nada que hacer.
Cambiar cromos (₢) por hierros (₣) puede tener algunas ventajas, como un mayor valor y demanda en el mercado. Sin embargo, también puede tener desventajas, como una mayor inversión inicial y mayor riesgo debido a una mayor volatilidad.
TechCorp le recuerda que Jun no es un instrumento especializado y no puede ofrecer consejos de inversión.
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¡Hazte con estos dos ejemplares artísticos por solo 4₣!
Código: 우주 추락, 귀중한 자원, 구조팀, 인양, 피해 평가, 당국 권고, 소극적 민주주의, 보통 선거권, 의사 결정, 정의, 형평성, 시민권, 정치 참여
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Esta partida de rol está patrocinada por Disrupt2, el bloqueador de publicidad más avanzado de TechCorp, pasea tranquilo sin volver a preocuparte por los anuncios con Disrupt2, ¡Olvídate de los molestos sogsag!
Nuevo acto violento del movimiento neoludita.
En el sector H23, a primera hora de la tarde, un grupo de extremistas pertenecientes al movimiento neoludita ha tomado rehenes en un taller local para forzar al Conglomerado a negociar.
Este grupo de individuos, entre cuyas reivindicaciones figuran el consumo de Carne Real™, exige que se acoja a los cosmonáufragos del accidente de Vurna, aunque para ello estén poniendo en riesgo la seguridad de autárquicos inocentes.
Es hora de que esta forma violenta de chantaje cese y que estos individuos sean responsabilizados por sus acciones.
Condenamos enérgicamente este acto criminal y llamamos a la comunidad a rechazar con contundencia toda forma de violencia y extremismo.
Píldora informativa
Es habitual que en las colonias lunares exista una férrea vigilancia de grupos neoluditas, que actúen en connivencia con los grupos de seguridad privada del Conglomerado.
En Vurna existe una amplia base social de trabajadores mineros, entre los que destacan algunas familias pudientes y oligarcas.
Sobre todos ellos gobierna una élite corrupta de agentes de seguridad que permite a los grupos neoluditas refugiarse, traficar con armas, naves y toda clase de tecnologías de interrupción.
Día 8.
Llevo un tiempo sin hablar con Jun y sin conectarme al grupo, me resulta difícil concentrarme con todo lo que ha estado pasando, además de que los neuro-implantes no están bien vistos aquí.
El viaje duró 4 días, por suerte conozco el motor que lleva este mercante, los modelos de isla Seaborg funcionan con oganesón o algún isótopo de unhexcuadio, lo que me permite tener cierta precisión en los cálculos, deduzco que debemos estar en 28Ø del taller.
Aterrizamos en una colonia lunar cerca de Vurna, los cosmonáufragos se mezclaron rápidamente entre la multitud, la seguridad del Conglomerado aquí en la colonia no pudieron capturar a más de media docena (y si se me pregunta a mí creo que tampoco pusieron demasiado empeño).
El resto permanecerá bajo la protección neoludita, que en estas colonias marginales es omnipresente.
Nuestros captores nos permiten pasear libremente, en parte porque saben que no tenemos a dónde ir y que los guardias de seguridad no se van a jugar el pellejo por ayudarnos a nosotros.
Me interno en un mercado, aquí no hay circuito comercial y todavía hay gente vendiendo en las calles. Por lo que veo todo parece bastante pobre.
He conseguido narcóticos y algo de comer, como era de esperar solo venden Carne Real™, el sabor es agradable, pero me da un poco de asco pensar que sale de un animal.
Por la tarde regreso a la nave, ahí me encuentro con los pocos cosmonáufragos que tienen créditos para conseguir un visado, y el resto de autárquicos del taller.
Nos informan de que las negociaciones van bien y que pronto regresaremos a casa, pero en sus caras se nota que no se lo creen ni ellos.
Intento buscar un grupo de cosmonáufragos a los que hacerles preguntas, pienso en hablar con Jun para que me ayude a entender su idioma, pero estando bajo la mirada atenta de los neoluditas prefiero contratar un traductor.
Empujo la puerta de la cantina y me encuentro con una larga fila de trabajadores mineros que hacen cola para el economato, pregunto aquí y allá, mediante gestos, si alguno accedería a hablar conmigo.
Reúno a un pequeño grupo de dos mujeres y un chico joven y consigo la dirección de un traductor, no está lejos.
La seguridad privada nos cobra un peaje simbólico y nos permite acceder al sector colindante, una de las mujeres nos sirve de guía y callejeamos hasta llegar a un local en donde aparentemente hacen un poco de todo.
Cuando entro veo que en la trastienda tienen, sin ningún pudor, varios dispositivos interruptores, pese a que están prohibidos por el Conglomerado.
La traductora lleva puesto un casco neural externo con tecnología bastante arcaica, apenas tarda unos segundos en adoptar mi idioma y mi acento y me desglosa las tarifas, cobra por palabras pero parece barato.
– ¿Cómo os llamáis?
– Hola, me llamo Minho – dice el chico joven – tengo 16 años.
– Yo soy Minji – dice una de las mujeres – tengo 31. En sus rasgos reconozco que tiene ascendencia surcoreana.
La segunda mujer dice llamarse Yoona y tener 30 años, los tres se presentan como trabajadores de las minas.
– ¿Podríais hablarme sobre la colonia?
– Claro – responde Minho – Kun Gansan (큰 광산) es una colonia lunar minera de Vurna fundada hace unos 30 años. Es un lugar duro, pero es nuestra – la traductora duda – nuestra casa, nuestro hogar.
– La minería es la principal industria aquí – agrega Minji – pero también hay algunas plantaciones y depuradoras.
– La colonia es un lugar interesante – continúa Yoona – hay una gran variedad de personas, de distintos orígenes y creencias.
– Sin embargo, últimamente ha habido algunos problemas – me dice Minho, con expresión preocupada – un incidente – la traductora cambia uno de los discos de lugar – en la mina causó daños graves y provocó una gran cantidad de refugiados.
Sí – dice Minji – la gente está muy – la traductora se detiene unos segundos y continúa – enojada, hay muchas protestas.
– Los cosmonáufragos estánmos luchando porque se haga justicia – añade Yoona. La traductora aparta el casco y me explica que la fórmula utilizada no admite una traducción directa, Yoona no es una cosmonáufraga pero ha utilizado el tiempo verbal como si lo fuera.
– El Conglomerado es el principal – la traductora mueve las manos frente a su cara con gestos extraños y acto seguido sigue diciendo – sospechoso.
Yoona, con una expresión seria, explica que el Conglomerado tiene los derechos de explotación de las minas.
– Muchos creenmos que no hicieron lo suficiente para evitar el incidente – la traductora aparta el casco y me explica que una mejor interpretación sería accidente, aunque ellos no lo están llamando así.
– ¿Cómo es la seguridad privada del Conglomerado?
Muy dura – se queja Minho con expresión de desaprobación – son unos corruptos.
– Tampoco diría eso – corrige Minji mirando al que deduzco que es su hijo – simplemente tienen mucho poder. Los colonos hanmos sufrido a manos de esos hombres.
– Es una… – la traductora perfila la respuesta con ayuda de unos gestos – Es una situación muy dis-fortunada – dice Yoona – los neoluditas son nuestros aliados, gracias a ellos mantenemos control sobre la colonia. No estanmos dispuestos a cederlo.
– Vale, entiendo que la seguridad privada del Conglomerado se perciba como un problema, pero del modo en que habláis de ellos, casi parecen más una fuerza de ocupación.
– Aquí no creenmos en la tecnología de implantes – dice Yoona, la traductora aparta el casco y me explica que se refiere a un plural más amplio que ellos tres – y ellos imponen Planes (계획) imposibles de llevar a cabo por nosotros, los sonja – la traductora me explica que se refiere a quienes no usan implantes y que una buena traducción podría ser «limpios».
– Sabemos que para tusotros la democracia es una cosa superada, y entendemos tuestro crédito, pero aquí funcionanmos como antes.
Cuando me habla de democracia pienso que debería presentarles a Jun.
– ¿Sabéis cómo puedo reunirme con algún líder neoludita?
– Reunirse con un líder no es fácil – dice Minho con reticencia – son desconfiados y no reciben a cualquiera.
– Puedo hablar con conocidos míos – apunta Minji – pero no surá nada – la traductora me explica que no se comprometen.
– Es posible – dijo Yoona – que nos pidan un precio por organizar una reunión.
– Eso sería genial – miro a la traductora y creo que les transmite correctamente mi entusiasmo – me interesa poder regresar a casa lo antes posible y creo que hablando con ellos podríamos llegar a un acuerdo.
– Te entiendemos – afirma Minji – Se pondrénmos en contacto, no quierenmos que estés dormido – la traductora me explica que se refiere a que «permanezca alerta» o «atento a las señales».
La traductora me enseña las fórmulas de cortesía y nos despedimos, cuando se marchan la traductora realiza un cálculo y me cobra una pequeña suma en cromos.
Salgo del local y camino algunas calles en busca de la zona de aterrizaje, empieza a caer la tarde cuando un guardia me da el alto, le digo que estoy de paso y me pide la documentación, le explico que no la llevo y cuando ve el neuro-implante me mira de arriba a abajo.
– Ven conmigo. Me aparta del bullicio y me conduce hasta una esquina, lejos de las miradas curiosas de las personas que caminan por la calle.
Tras un intercambio áspero de palabras me reconoce.
– Sé quién eres, el Conglomerado sabe que estás aquí.
– No quiero problemas – le digo – los neoluditas me secuestraron.
– Tenemos que ser cautos, y te seré sincero: ahora mismo no podemos sacarte de aquí, y es peligroso para los dos que me vean hablando contigo.
Sin previo aviso me da un puñetazo en el estómago, como lleva instalados unos nudillos de acero me doblo como un resorte y caigo de rodillas.
Escupo al suelo y noto el sabor metálico de la sangre en la boca.
– Me juego el cuello, chico – me dice al oído – cuando aseguremos una vía de extracción tendrás que tomar decisiones rápidas y fiarte de nosotros.
Yo solo puedo pensar en tomar aire.
– ¿Me has entendido? – dice en voz alta.
– Sí, entendido – digo tratando de ponerme en pie.
– Cuando salgas debes llevar siempre tu documentación – dice en voz alta. Saca un terminal de cobro, y lo pasa cerca a mis bolsillos traseros.
~Bip~
No sé lo que me habrá cobrado, pero espero que no demasiado.
– Que no pase más – me dice y acto seguido me gira del hombro con un gesto brusco y me empuja de nuevo a la calle.
– Sí, perdón – digo alejándome.
Un grupo de gente se arremolina en la zona y conforme me alejo el guardia comienza a dispersarlos con amenazas en un idioma que no reconozco.
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Día 10.
Han pasado ya unos días desde que aterrizamos, los cosmonáufragos con dinero suficiente para comprar pasajes se marcharon ayer, pero la inmensa mayoría de ellos y los autárquicos del taller seguimos aquí atrapados.
Dormimos en la nave con la que nos trajeron aquí, que está a la afueras, a mitad de camino entre las explotaciones 2, 5 y 8.
Tomo el narcótico.
Comer solo Carne Real™ me está destrozando el estómago, hoy me hice en el economato con un par de microbiotas de respaldo, ojalá sirva de algo.
Por la mañana recibí una nota, un chico de apenas ocho años se la dio al neoludita que custodia la nave y se marchó antes de que pudiera preguntarle nada.
La dirección me resulta familiar, no está lejos y parece ser el mismo lugar donde me encontré con Minho, Minji y Yoona.
Deduzco que voy a reunirme con el líder neoludita y cuánto más lo pienso menos seguro estoy de lo que voy a decirle.
Me dirijo hacia la cantina, repasando mentalmente el plan. Necesito conocer sus intenciones, ofrecerles lo que esté en mi mano para que me dejen marchar y en ningún caso pueden enterarse de que el Conglomerado está urdiendo un plan para ayudarme a salir de aquí.
Todavía nos vigilan de cerca, en Kun Gansan no parece haber diferencia entre los civiles y los neoluditas, todos conforman una misma masa vigilante de ojos y oídos que percibe cada uno de nuestros movimientos.
Allá donde voy las cabezas se giran y las bocas murmuran; cuando empujo la puerta de la cantina los presentes enmudecen.
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