Os presento una aventura en solitario jugando a Vaesen. Es la primera vez que lo juego e intentaré hacerlo también con Mythic, a ver qué tal sale. Para jugar la aventura he utilizado el propio libro de Vaesen, unos resúmenes de Mythic con oráculos y el suplemento The Solo Thursday’s Child – Solo Rules.
Oskar Dolk, un jovenzuelo que hasta hacía bien poco vagabundeaba por las calles de Upsala, se despertaba en el Castillo Gyllencreutz. Había sido acogido por un grupo de personas que poseían La Visión, al igual que él. Podían ver a los Vaesen, incluso si estos trataban de permanecer invisibles.
Este grupo se reunía en el Castillo Gyllencreutz y trataba de restaurar La Sociedad, una formación de personas con la habilidad antes citada encargada de estudiar a los Vaesen y expulsarlos.

[Tabla Invitación] = 3 –> Mensaje telegráfico
[Tabla Motivador] = 33 –> Obispo o sacerdote local
[Tabla Fechoría] = 63 –> Enfermedad o locura
[Tabla ubicaciones interesantes] = 32 –> Granja abandonada / Puerto
Aquella mañana desayunaban en el salón mientras un telegrama llegaba a través de la puerta. El sacerdote de una pequeña aldea de Söderhamn pedía ayuda.
—¿Y cómo sabemos que ese sacerdote no es el que se ha vuelto loco? Fijaos en la letra del telegrama, parece temblorosa —preguntaba Franz, el oficial.
[Mytic – Personalidad] = Seguro, desinteresado
[Mytic – Apariencia] = Natural, poderoso
[Mytic – Fondo] = Cuidado, heredar

Franz Nordenflycht aún era un oficial cuando recibió un balazo en el frente. Al despertar, varias criaturas lo rodeaban junto a una pila de cadáveres. La batalla había sido dura, y cuando todo había terminado algunos seres merodeaban la zona profanando cuerpos humanos. Algunos, devoraban las vísceras de los caídos. Desertó por tal horrible suceso, aunque lo vendió como un retiro por estar herido de cara a su familia. El oficial lucía, cómo no, con vestimenta militar perfectamente planchada. Era un hombre imponente, seguro de sí mismo, que aparentaba poder. Su objetivo era enorgullecer a su padre, también militar de alto rango, haciendo algo relevante para su país.

—Venga Franz, alguien completamente loco no sería capaz ni de tenernos en cuenta, está pidiendo ayuda. Además, ¿Un cura? Estos siempre caen de pie y no cogen ni un catarro… —le contestaba Dorotea, la médico.
[Mytic – Personalidad] = Agradable, divertida
[Mytic – Apariencia] = Masculino, común
[Mytic – Fondo] = Independiente, injusticia

Dorotea Borelius lo tuvo difícil para ser médico. La gente aún no confiaba en las mujeres estudiosas que querían ejercer. Decidió portar una apariencia masculina para evitar ser juzgada por ser mujer, esperaba que la valoraran por sus aptitudes. Ella era entrañable, muy agradable y con mucho humor. Le ponía buena cara a la adversidad, y más allá de guardar rencor a la sociedad, la verdad es que trataba de ayudar a las personas, sobre todo si eran vulnerables.
MYTHIC:
Factor de Caos: 5
Escena esperada: La sociedad recibe el telegrama y define los pasos a seguir para su intervención
Hilos: Un Vaesen atormenta a los ciudadanos de Söderhamn
TIRADA ESCENA: 9 --> Escena normal
Resulta que unos chavales habían ido a jugar a la vieja granja de los Murray. Uno de ellos entró en el granero mientras los otros le aguardaban fuera. Cuando salió del granero algo había cambiado en él. Ya no estaba lúcido, no articulaba bien las palabras. Cuando la policía fue a investigar los hechos, dos de ellos se mostraron con los mismos síntomas, esta vez al entrar en la casona, no en el granero. Determinaron, por conveniencia, allí no había ocurrido nada. Estaba claro que aquella granja estaba maldita… ¿O no?
—Bueno, pues tenemos otro caso de un indeseado de esos, o una fábrica de droga, que lo mismo se han intoxicado —bromeaba Oskar—pongámonos en marcha para allí.
[Mytic – Personalidad] = Lider, buscando
[Mytic – Apariencia] = Atlético, masculino
[Mytic – Fondo] = Tradición, duro

Oskar Dolk, ese chaval que vivía en las calles de Upsala. Tenía madera para hacer algo más en la vida que sobrevivir en las calles. Desde bien joven le tocó buscarse la vida en cualquier esquina. La tradición de su familia, naturales de oriente, marcaban cómo debía ser su fe, de la que él renegaba. Fue con 15 años cuando lo desterraron de su hogar y decidió marchar al norte de Europa para vivir fuera de las ataduras de la tradición y la imposición. Lo que más le pesaba era haber dejado atrás a su hermana pequeña de 13 años. En las calles se hizo duro, era atlético. Un día conoció a Dorotea, se sinceraron el uno con el otro, y al descubrir que ambos poseían la visión, lo acogieron en el castillo.
—Alto, alto, alto… —decía Franz— me gustaría primero preguntar por ese sacerdote. Vayamos a la Catedral de Upsala a preguntar al arzobispo Henrik Reuterdahl, le conozco.
Franz tenía cierta autoridad en el grupo. Los demás asintieron.
MYTHIC:
Factor de Caos: -1 --> 4
Escena esperada: Franz y Oskar visitan al arzobispo para obtener información sobre el sacerdote.
TIRADA ESCENA: 3 --> Escena alterada
[Mythic – Escena alterada] = 2 –> Añade un personaje
[Mythic – Pregunta de destino] ¿Encuentran al arzobispo? (Probable) = Si
[Mythic – Pregunta de destino] ¿Colaborará? (Medio) = No
[Mythic – Comportamiento PNJ] ¿Qué ocurre con el arzobispo? = Amenazador
[Mythic – Acción y sujeto] = Aceptar, normal
Dorotea se quedó en el castillo haciendo los preparativos para el viaje a Söderhamn. Mientras, Franz y Oskar se acercaron hasta la catedral de Upsala para reunirse con el arzobispo. Al llegar, este se encontraba en plena reunión con otras personas que lucían alzacuellos. ¿Una visita de colegas? Franz, por su parte, con la poca delicadeza que le caracterizaba interrumpió el presbiterio.
—Arzobispo, Franz, del castillo Gyllencreutz, ¿Me permite interrumpir este coloquio? —interrumpió con cierto aire de superioridad.
—En realidad ya lo ha hecho. Estoy ocupado como podrá comprobar. ¿Algo urgente? —expresó el arzobispo claramente molesto.
—Tenemos un caso, y quería que me contara algo del sacerdote que se encuentra en Söderhamn, ¿Alguna enajenación mental? —salió por la boca de Franz.
—¡Pero usted qué pretende! ¿Viene a mi catedral a insultar al sacerdote Johan, el cual es mi amigo, delante de mis colegas? Lárguese de aquí.

—Vaya, Franz, menos mal que ‘le conocías’. Si no, igual nos invitaba a cenar —se burlaba Oskar.
La visita no había resultado como Franz esperaba, aunque al salir de la catedral, uno de los hombres que estaba en la reunión se acercó de forma discreta.
—Caballeros, disculpen al arzobispo, tiene cosas importantes en la cabeza —dijo amablemente el desconocido.
—Gracias por acercarse a decírnoslo, señor… —inquiría Franz con el ánimo de saber de quién se trataba.
—Gael, Gael Toskobat —revelaba.
—El destino nos ha cruzado Gael, estoy seguro. Tal vez puedas contarnos algo… —aprovechaba Franz.
[Vaesen – Observación-Empatía] = 1, 2, 6, 6 –> ÉXITO
—Últimamente el arzobispo ha estado muy nervioso y esquivo. No es propio de él. Ha cambiado sus rutinas. Ya no participa en ciertas oraciones o reuniones. La verdad que le he visto algo alterado al mencionar a Johan…
—¡Gael!, ¡El Consejo Presbiteral va a dar comienzo! —le espetaban desde dentro.
—Bueno, me voy, un placer —se despidió.
A Franz le pareció suficiente para dar por bueno el misterio que se citaba en el telegrama, Söderhamn les esperaba.

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