Alone Among the Stars


A continuación, tenemos la partida de Carlos de la Cruz que ha jugado Alone Among the Stars.

Podéis seguir sus creaciones en su web o en Mastodon.

Por último, recordamos que las bases la podéis encontrar aquí.


Introducción

Os dejo aquí la transcripción de una partida que he echado a Alone Among the Stars, de Takuma Okada. He explorado tres planetas desconocidos. Existen más juegos basados en Alone Among the Stars, así que tengo intención de probarlos. Este me ha parecido interesante, pero creo que se puede quemar fácilmente. A ver si los otros juegos basados en él le añaden variedad al concepto original.

Partida

Diario de a bordo del Oficial de Contacto Teniente Mikhail Urunov, a bordo de la nave de exploración HCS Mansa Musa. Me dispongo a comenzar la exploración de la nebulosa GPR-Olos en nombre del Conglomerado Humano.

[Tirada de 1d6: 6. Habrá seis descubrimientos en este planeta]

Día 1

[Dado: 6. Carta: Seis de picas]

He aterrizado con la lanzadera de desembarco en una de las montañas más elevadas del planeta, cubierta de hielos eternos y sin signos de vida. A esta altura, la atmósfera es débil, apenas respirable. Usaré la lanzadera como base de exploración. Después de llevar a cabo los protocolos de seguridad y activar los sensores, me he tomado un descanso. Mientras estaba trabajando, el cielo se ha cubierto con luces fantasmales similares a una aurora boreal, aunque mucho más rápida. Las he observado mientras me tomaba un café hasta que ha llegado la hora de dormir.

Día 2

[Dado: 4. Carta: Cinco de tréboles]

Mientras exploraba la base de las montañas he detectado una estructura de color violeta, aparentemente orgánica. La he sobrevolado con la aeromoto y he confirmado que se trata de un bosque. Los árboles llegan a alcanzar los sesenta metros y se dividen cerca de su base en tres troncos que se alejan en diagonal del suelo. Cada árbol se entrelaza con los demás, formando un laberinto de madera en el que se distingue movimiento.

Día 3

[Dado: 1. Carta: Tres de picas]

Durante varios días he tratado de adentrarme en el bosque, pero no lo he conseguido hasta dar con un corriente de agua que lo atraviesa, separándolo. En el propio río he encontrado islas donde los árboles no han arraigado. Probablemente debido a su composición: parecen formadas por una roca alcalina con cristales que brillan cuando el sol se refleja en ellos.

Día 4

[Dado: 5. Carta: Reina de picas]

He llegado a la desembocadura del río. La costa es escarpada y el río ha ido erosionando un gran valle, al final del cual cae en forma de catarata, antes de desembocar en el mar. He activado la función subacuática de la aeromoto y he avanzado a pocos metros por debajo de la superficie. A los dos kilómetros he encontrado el borde de la plataforma continental. El fondo del océano no se detecta desde aquí y temo que la aeromoto no pueda resistir la presión si me adentro en las profundidades marinas. Observo durante unos minutos el abismo acuático, negro como la noche sin estrellas, antes de regresar a la costa.

Día 8

[Dado: 6. Carta: 4 de tréboles]

He viajado hacia el noroeste siguiendo la línea de la costa. Es escarpada y en algunos casos llega a tener casi trescientos metros de altura. Hay otros valles formados por más ríos que desembocan en este mar. La vegetación ha cambiado. En lugar de los árboles de tres troncos que encontré al principio, ahora hay una vegetación de troncos más flexibles que se mecen con el viento que sopla desde el mar a tierra. Mientras descanso en la tienda de campaña portátil por la noche, observo cómo las hojas de estos árboles cambian de color por efecto de las potentes auroras boreales del planeta. ¿Quizá se alimentan de esta radiación nocturna, en lugar de utilizar la luz del sol?

Día 12

[Dado: 4. Carta: 5 de picas]

No he encontrado vida animal compleja en el planeta, más allá de bacterias que he analizado en el suelo del planeta y que parecen actuar en simbiosis con los bosques autóctonos. He viajado por el segundo tipo de bosque, el que cambia de color por las noches. He observado que los niveles de radiación son elevados aquí y que los colores de las hojas parecen cambiar en oleadas, como ondas de luz. Decido volver a la lanzadera con rapidez, para minimizar la exposición a la radiación.

Dos días después, dejo el planeta, al que otorgo el nombre de Paleosilva

* * * * * * * * * * * * * * *

[Tirada de 1d6: 2. Habrá dos descubrimientos en este planeta]

Día 1

[Dado: 3. Carta: As de picas]

He escondido la lanzadera en una región con enormes columnas de roca caliza, formadas por la erosión de un río que serpentea entre ellas. He activado el dispositivo de ocultamiento de la nave antes de volar con la aeromoto entre las columnas. De repente, me ha sorprendido una visión: la erosión de una de las columnas la hace parecer un gigante que me observara desde una altura imposible.

Día 2

[Dado: 4. Carta: As de diamantes]

No he podido evitar explorar más el extraño cañón, en busca de otras columnas extrañas. No he vuelto a encontrar nada similar, pero sí he encontrado vida. Unas criaturas aladas construyen sus nidos en lo alto de las columnas. Se asemejan a pterodáctilos, pero su cabeza no parece presentar ojos u otros órganos sensitivos. Tampoco parecen tener boca.

Día 5

[Dado: 6. Carta: Reina de corazones]

He seguido el río hasta su desembocadura, dejando atrás el bosque de columnas y sus extraños habitantes. La corriente ha desembocado en un mar violáceo. He optado por adentrarme en sus profundidades con la aeromoto. Antes de alejarme mucho de la costa, he encontrado restos de una civilización: los restos de edificios de piedra, cuadrangulares y de gran tamaño, posiblemente templos o edificios administrativos. Muchos de ellos están hundidos en el fondo marino, pero los más elevados sobresalen como testigos mudos de una cultura desaparecida.

Día 8

[Dado: 4. Carta: 9 de tréboles]

He explorado la costa en busca de más restos de la civilización que habitó este planeta. El tiempo ha empeorado y ha empezado a llover de forma torrencial. La computadora climática indica que la tormenta tardará un par de días en remitir, por lo que me he refugiado en una caverna. Al explorarla he encontrado una red de túneles cubiertos por una especie de hongo que atraviesa las cavernas en grandes hileras. Las cuevas parecen extenderse de forma muy profunda, así que vuelvo a la entrada y monto allí el campamento.

Día 12

[Dado: 6. Carta: 8 de tréboles]

La tormenta ha amainado al fin y he podido continuar mi misión. He llegado hasta un glaciar que cubre una región de colinas y quebradas. El glaciar llega hasta el mar, donde parece que va poco a poco desmenuzándose en forma de icebergs que se alejan flotando. La enorme masa de agua dulce alimenta un tipo de musgo que crece en la tierra que bordea el glaciar.

Día 15

[Dado: 5. Carta: Rey de tréboles]

Me ha despertado la alarma de la tienda de campaña. El viento está trayendo hacia la región lo que parece ser una enorme nube de polvo, procedente del mar. Cuando lo examino, los sensores indican que el polvo está formado en realidad por organismos vivos. Decido regresar a máxima velocidad hasta la lanzadera. El polvo cubre la tierra como una marea verde mientras me elevo por los aires. Las aves que encontré en las columnas parecen alimentarse del polvo hundiendo sus cabezas en él.

Ese mismo día, abandono el planeta, al que otorgo el nombre de Mantoverde

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[Tirada de 1d6: 6. Habrá seis descubrimientos en este planeta]

Dia 1

[Dado: 1. Carta: 3 de corazones]

He aterrizado en una antigua ciudad abandonada. Las ruinas muestran que la civilización que la habitó estaba avanzada tecnológicamente. He dejado la lanzadera en una pista de aterrizaje y me he abierto camino a través de las ruinas hasta llegar a un río canalizado que atraviesa la ciudad.

Dia 3

[Dado: 5. Carta: Jota de corazones]

He llegado hasta el borde de la ciudad y he descubierto que está rodeada por un enorme desierto radiactivo. Los sensores detectan los restos de enormes explosiones. Es posible que la antigua civilización que habitó el planeta se destruyera en una guerra civil o víctima de un ataque exterior. Pero entonces, ¿por qué la ciudad se encuentra tan bien conservada? Mientras descanso al borde de la ciudad observo extrañas sombras en el desierto, pero no se registran signos de vida. Siento que son los fantasmas de sus antiguos habitantes, y me siento intranquilo.

Al día siguiente dejo el planeta, al que otorgo el nombre de Desierto de Sombras.

Decido regresar a la base a entregar mi informe.


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